domingo, 29 de septiembre de 2013

Atar perros con longanizas


En el término medio
 Si bien es cierto que  en ningún lado se atan los perros con longanizas esto puede ser por tres causas: 1) o porque no andamos sobrados de longanizas, 2) o porque el atado no resiste la fuerza del perro… o 3) porque lo normal es que el perro se coma las longanizas y se suelte. Nada es imposible con un buen amaestrador y lograr cambios de conducta individuales es fruto de una educación bien dirigida desde la cuna a la sepultura más que de multas y ordenanzas. Como dice el Poema del Cid: ¡Dios, que buen vasallo! ¡si oviesse buen Señor! pero también como dijo aquel Presidente de Gobierno español decimonónico sobre sus propios diputados ¡Joer, que tropa!
   Vengo de andar 4 días por Europa y aunque esto de aquí no es África ni nada parecido, cuando digo Europa quiero decir por la parte europea que cultural y económicamente es algo palpablemente muy diferente de nosotros en muchas cosas. No afirmaré que aquello sea mejor que esto porque no creo en las comparaciones de matices parciales ni en la maldad despectiva que hacen algunos descerebrados por separar los europeos entre ellos y los PIGS del Sur (acrónimo de Portugal-Italia-Grecia-Spain para formar la palabra Cerdos en inglés por eso de la crisis económica)  pero sí digo que lo nuestro es muy mejorable, en demasiadas cosas, cuando confundimos la alegría de vivir con el egoísta relajo agresivo barra libre de exceso o jolgorio y la molestia al prójimo por daño colateral siempre obligatoriamente disculpable para quien sufre mi alegría vital. ¡Porque nosotros estamos de fiesta y tú tienes que comprenderlo!
  
Me fije en pequeños detalles más allá del paisaje, la gastronomía y la cultura particular del país que visitaba. Noté que las edificaciones urbanas mantenían su tipología y altura mayoritariamente de 3 alturas a pesar de ser ciudades con más de 100.000 residentes fijos, vi el mobiliario urbano y la iluminación en dosis adecuadas a la necesidad humana sin exceso barroco de nuevo rico que pone mucho de todo para aparentar boato y generosidad. La luz urbana era tenue pero suficiente, bastaba para ver y leer un plano callejero, no había exceso múltiple de farolas lo que permitía ver el cielo y la luz no entraba en los domicilios privados por las ventanas. No vi contenedores pero si bolsas de colores en la acera con basura separada según papel, botes o cristal en los que por ser trasparentes hasta se apreciaba cierto orden de colocación de los envases.  La gente te ve pero no te mira, como lo prueba el no ser atropellado por numerosos ciclistas circulantes que deambulaban en bandada y que de forma chocante no iban uniformados por ropa deportiva Decathlon a modo disfraz de ciclista porque se notaba que el uso del velocípedo era por transporte y no por ocio gimnástico; no percibí música ambiental en los locales de hostelería y el vocerío era inexistente incluso en las concentraciones de estudiantes ociosos. No vi apenas mendicidad siquiera en la puerta de Iglesias y Monumentos ni top manta, ni en puerta de restaurantes acoso agobiante al paseante por quienes entienden la oferta comercial como parany (trampa cinegética) caza-incautos callejeros.


Las terrazas llenas de fumadores pero sin tapar la calle ni ocupar la calzada, escaparates dentro de su local y no en las aceras; nada de vocerío ni hacinamiento, tranvías y autobuses pasaban con frecuencia  y anoto con grata sorpresa que en una ciudad que combinaba el parking con el bus urbano gratuito la propia taquillera nos facilitó el chapurreado lingüístico contestándonos en perfecto castellano.
    Eran días laborables, pero cuando las había, pocas Grúas y ruidos de maquinaria en la obra percibí,  y ciertamente las calles y zonas no eran un guirigay de zanjas y vallas, tampoco camionetas de reparto se notaban por el callejero y curiosamente pocos cajeros de banco se percibían; mucho menos colas para nada ni anuncios llenándote la vista panorámica del paisaje en el que si había escombreras no se veian.
  

  Mi viaje fue por libre, a mi aventura, sin eso llamado paquete todo incluido, me busque la vida para comer y cenar notando los precios por su elevado nivel salarial y el 21% de IVA, pero al final se equiparaba el gasto pues, con raciones tan generosas, era innecesario muchas veces el consumo ritual de varios platos y postre. Servicio y calidad era característico y generalizado. En suma que la diferencia en calidad residencial se aprecia superior y el modelo turístico y de ciudad, que tenían muy claro, a simple vista  les funcionaba.

¿Qué de dónde hablo? Visité la ciudad donde nació nuestro Carlos I de España y V de Alemania y la ciudad donde nació su hijo Felipe II de España, el que compró nuestra Torre del Rey. Solo digo que por aquí Hay mucho por mejorar en cosas simples que gratificarían la vida residencial. ¡Ah! Al no tener prensa ni tv al alcance fue todo un descanso no sufrir el debate mediático nacional y no escuchar la cantinela diaria de sinsustancias con las que se nos bombardea como anestésico contra la crisis.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Efecto Llamada


Efecto Lucro Cesante
    Lo de nómadas y sedentarios viene de antiguo en la humanidad pero lo de hoy, con el aluvión de transeúntes llamado emigración, es otra cosa, sobre todo si miramos atentamente las cuentas del resultado comunal, agrupando sumandos del fenómeno migratorio por lo que se aporta y lo que se obtiene. Aunque no seamos xenófobos y bobos pensando siempre que los malos son los de fuera porque tampoco siempre son los buenos los de dentro. El desbarajuste y el desastre en el que andamos es culpa de todos y sobre todo de nosotros mismos por habernos creído ser el tío gilito de la historia local en una eterna sociedad de la abundancia.
  Acostumbrados a no piar nada que nos pueda llevar a la hoguera de la incorrección política, nada ni nadie puede argumentar en contra del coste de la emigración recibida, y no hablo solo de la extranjera (legal o ilegal, que es disquisición que al caso es lo de menos) sino también de la foránea aunque sea compatriota, cuando ésta emigración transeúnte o semipermanente supera cierto nivel numérico sobre la base de arraigo que tiene su tejido social anterior–hay sitios en que en el censo se supera ya el 50% de nuevos arribados- lo que acaba siendo un peso nada desdeñable de carga comunal para la localidad donde se asientan. Así todo contribuye en desfonde al desbordar las necesidades o dotaciones y, sin entrar en cuestión de arraigo o integración de cada cual, el fenómeno acaba motivando una bolsa social de más gasto en ayudas y subvenciones que desdice aquella afirmación buenista sobre que “la emigración recibida nos ayudara a pagar las pensiones del futuro”. Lo que nadie apunta es que, en una gran mayoría, es el mismo cotizante quien se funde lo que aporta, y algo más, en sí mismo y sus prestaciones familiares.  Lo que nadie dice es que la fuente la secamos entre todos, y no solo los emigrantes , bajo ayudas, subvenciones y uso de prestaciones, malbaratando abusivamente la caja común porque cada año se rellena sin saber bien como.
 Rebobino para explicarme mejor; Nada tengo que decir en contra que sea relativo a lo personal contra la emigración, nada que objetar a su existencia y nada que repudiar o rechazar a priori sobre ello pero… si reflexionar sobre su descontrol y sus efectos cuando el municipalismo, asumiendo funciones que no son suyas, practica aquello de dividir a sus vecinos en dos grupos netos: los dantes de impuestos pagando contribuciones por todo y los tomantes de toda suerte de ayudas y subvenciones pues el llamado Estado de Bienestar se reduce para más del 50% en sacar cada cual para sí lo que se pueda ¡porque ya lo he pagado antes! y esquilmar la caja. Es como si uno estampara el coche para llevarlo al taller solo porque paga el seguro hace muchos años sin resarcirse del gasto. La idea es resarcirse por tener como avance social que si uno paga 1000 pueda consumir 1500 en cómodas entregas de distintas ayudas oficiales a fondo perdido "porque me lo merezco y tengo derecho pues para eso lo he pagado".
  Hay demasiado  personal entre nosotros mismos, con maleta ligera al menor contratiempo y laxa moralidad vocacional de justificarse en  aprovechar aquello tan manido de que todo está bien-quien roba a un ladrón tiene 100 años de perdón- al que no le importa agotar la veta de donde sea con tal de no aceptar otra realidad que eso de "es que tendrían que apoyarnos y ayudar al personal porque no hay derecho...¿...?" Mentalidad egocéntrica que, sin ser delincuencial, sí es toxica para una cultura social del esfuerzo y del logro personal como forma de vida personal.

 Ayer escuche a dos madres avisándose de lo de los 80.000 € municipales para libros escolares; No hablo de otras minucias como fondos para actividades extraescolares y rifas de bolsas de compra al consumidor u otras "ayudas" en dinamización de solo el sector comercial; las madres se avisaban que ya estaban en plazo de pedir y que los daban aunque los niños estudiaran fuera de la localidad solo por estar empadronados los padres y es que así se trastorna el mundo amparando los montajes mercantiles entre editoriales y colegios encareciendo y obligando a cambiar libros cada cierto tiempo para impedir que los hermanos estudien lo mismo pues los ayuntamientos actuales juegan a ser de todo menos lo que les toca jugando a ONG, oficina del INEM, casa de Misericordia y Monte de Piedad, reparto de sopa boba y cataplasmas sociales además de Patrocinador o Mecenas sufragando a toda excentricidad, fiesta, evento o dislate ocurrencia de cada cual.

Es decir, que con mis impuestos se hace en mi nombre caridad-solidaridad-acción social, con una derrama de dinero municipal inyectado electoralmente a los supuestamente desfavorecidos de mis convecinos pero no me desgravo fiscalmente de ello como cuando lo hago yo directamente a través de una entidad benéfica de forma personal, directa y voluntaria.

Siempre cabe algún tonto más en la tribu: o porque viene uno nuevo o porque se nos destapa por tal uno viejo entre los que estamos como algún tonto más saliendo de su armario mental. Y mientras tanto se corre la voz: ¡Vete a tal sitio, que allí te lo arreglan solo con pedirlo! Una persona que ejerció cargo político de asistencia social en una ciudad provincial me dijo con desengaño "hemos comprobado que cada vez que resolvemos un problema a X empadronados con cierta carencia o necesidad  aparecen X nuevos planteando el mismo problema y de los que desconocíamos siquiera que eran convecinos"



 Unánime acuerdo en no solucionar nunca nada aparte de cotillear:

 

Hemos avanzado mucho al tener bien informado la fuente del problema llegando a un convencimiento generalizado sobre la causa externa de nuestros males y enfocando mejor la cuestión.
Hoy se amplia la mala opinión sobre la mediocre gestión política y financiera de bancos e instituciones incluyendo a ello, y sumando,  la pésima valoración de la casta política y sindical, como causa del desparrame nacional ensopado en cierto monipodio piramidal. Ahora falta asumir la culpa de nosotros mismos en el despilfarro y el agujero nacional que no es ni moco de pavo ni la menor de las causas.
Nada cambiara ni con leyes anti corrupción ni milongas de transparencia adoptadas por quienes no cambian de intención mientras que la gente siga con el mismo pensar y actuar.
Alguien sabe el significado de la frase Mandar a gambar Loros. Pues eso.