domingo, 8 de abril de 2018

Ciudad fallida


La ciudad fallida.-

 Buscando por wikipedia el significado de Estado Fallido no dejo de pensar en mi Aldea donde, salvando distancias y competencias, veo una Ciudad Fallida o un Municipio con mucho por cuajar y madurar. Cuando un territorio tiene un gobierno ineficaz  e incapaz de dar los servicios básicos, con un fracaso social, político y económico evidente, es señal de que podemos empezar a sospechar los síntomas  de fallo irreversible. Suele ocurrir entonces que sus habitantes “votan con los pies”, es decir, se van en una huida crónica y constante de población buscando fuera no ya un futuro sino un presente mejor. Hay otros factores presentes en un gobierno o Estado fallido como son: Criminalidad, corrupción, mercado informal u opaco (léase negro) , burocracia, ineficiencia judicial… hay muchos criterios para dictaminar que algo no funciona en una nación y también se dice despectivamente estar en una “Republica bananera” cuando todo depende en su economía de un solo producto de relativo o escaso valor y que su poder gubernamental está mediatizado o sometido servilmente a los intereses de empresas  o intereses externos.

La ciudad fallida es aquella que contando con número de casas y habitantes suficientes para ser núcleo urbano sigue teniendo tics de aldea y carencias residenciales notables basando su futuro en quimeras y humo de fuegos de artificio lúdico-festeros por lo que tiene un aparente crecimiento en aluvión de sobrevenidos buscando el maná de sus sueños.  Al final, su aparente crecimiento es  la suma de forasteros y desarraigados que se convierten en la municipal atención preferente de toda asistencia, subvención o dadiva “social”. Gasto sufragado con dinero del contribuyente que ve como no hay retorno en servicios para la comunidad ya que del censo cada vez hay más receptores que contribuyentes. La ciudad fallida es aquella que lejos de atender a la estructura urbana y al tejido social solo atiende al uso de las calles para eventos, patio de recreo infantil y toda suerte de títeres y cucamonas por actividad comunal donde el vecindario solo tiene el papel de espectador ocioso y aburrido incapaz de ocupar su tiempo por sí mismo. La ciudad fallida es una maquina de cobrar impuestos y malbaratar sus resultados en objetivos banales e innecesarios. Limpia playas y deja ensuciar calles, promueve subvenciones y no controla el paro, recibe visitantes y emigrantes pero deja inermes a los residentes que ven sus recursos agotados año tras año sin concretarse en nada nuevo… las promesas electorales se repiten sin sonrojo todas las elecciones desde décadas sin concretarse en ninguna realidad más allá del papel…se alardea de un “sobrante” para invertir del que nadie explica porque sobra y encima se recauda más. La ciudad fallida malbarata el ocio y la cultura de la juventud malogrando su futuro con un presente entre decibelios nocturnos y alcohol descontrolado. Ciudad fallida es la que usa su callejero para acotarlo vetándolo con títeres y cucamonas, eventos y  toda suerte de traba a la libre circulación y espacio de relación vecinal. En eso estamos, dentro de una burbuja de gente desarraigada sin amor por su vecindad, sumidero social que mayormente recoge todo lo rehusado o inadaptado  en otra parte y con mucho pendiente, no ya por mejorar sino por hacer.