domingo, 21 de octubre de 2012


Cromos del Coyote.-
Quizá la gente joven desconozca que cuando algo se cobra en estampitas o cromos del coyote en vez de la moneda en dinero legal, es que posiblemente nunca pondrá en valor real el importe percibido. Lo del timo de la estampita es algo parecido, aunque no es lo mismo, pues la estafa reside en dar papeles sin valor a cambio de dinero porque el pichón cree que está ante una ganga de oportunidad en el canje. Algo de las dos cosas me viene a la cabeza cuando leo en prensa que cierto ayuntamiento del litoral castellonense – más al norte de nuestra localidad- el siguiente titular: V… acaba con las expropiaciones de suelo. A partir de ahora sólo adquirirá terrenos a cambio de permutas urbanísticas para evitar grandes desembolsos.
   Leer prensa a diario es llorar por no reír cuando se percibe como la realidad es tozuda en mantener errores y falacias, urbi et orbi hispaniarum, a conveniencia del Sistema municipal que se ha enquistado como dueño de todo lo que se mueve, auto colocándose leyes al antojo de sus fines.
   El artículo tiene frases geniales para justificar el que un ayuntamiento no use dinero para pagar y sí use estampitas como pagos del suelo expropiado: Una modificación del Plan general va a permitir que los propietarios de terrenos afectados que acudían a la expropiación forzosa, ya no van a ser recompensados económicamente -¿Quién le habrá dicho al tipo que redacta este articulo que un justiprecio expropiatorio es una recompensa?- por el consistorio sino que se les ofrecerá a cambio una expectativa urbanística, teniendo así el mismo derecho que cualquier otro propietario. ¿…?
    O sea, que ellos cobran impuestos en dinero, con recargo a un solo día de retraso, y pagan en expectativas de futuro. A mayor coña marinera del expolio legal se dice apostillando la solución aportada no es nueva y se hubiera podido aplicar desde un principio, durante los años que ha estado en vigor el PGOU, -como soy algo lelo me devano la sesera por entender a qué carajo viene ahora noticiar como nuevo una modificación de algo que nos dice que ya se podía aplicar pero que no se hacía- y en remate del despropósito auto complaciente del gran invento sigue “al ayuntamiento no le cuesta absolutamente nada, porque no tiene que pagar con dinero ni con terrenos municipales, sino que da una solución urbanística”
Eufemismos de la borrachera general con el urbanismo y los municipios con su financiación enmascarada de desarrollo del suelo. No se cansan de roer el mismo hueso y vender como progreso algo que quizá no supere el beneficio coyuntural, si es que lo tiene realmente. Aquí no solo no escarmienta nadie en cabeza ajena sino que se copia todo invento ajeno  para seguir trapicheando sin coste alguno ¿…? en la profundización de ese pozo de progreso que nos ha llevado a la bancarrota general. En estos campos nuestros de por aquí, sin ir más lejos, ya se lleva aplicando algo parecido a esos pagos en papel convertible en derechos, que algunos nunca verán realizados en su paso por esta vida porque el futuro, que era imparable, se ha estancado sobresaturado de presente roto por la crisis real.

 Quizá la siguiente generación lo pueda cobrar en algo tangible, si se encuentra el papel del abuelo y alguien responsable del futuro le quiere reconocer el pago comprometido por estos gestores que se saben impunes de sus decisiones y las consecuencias de sus actos en el ejercicio del cargo.  
   Lo dicho, CROMOS del COYOTE en una dirección (la nuestra) y solo aceptamos Boniatos en papel moneda de curso legal hacia la otra (la de ellos). Ingeniería legalista y monetaria de pillos que acentúa el riesgo de pillaje bajo subjetivo manto de existir previa causa por interés social o utilidad pública, que es la sola razón legitima para expropiar una propiedad privada.
    Eso de "sin coste alguno" es la auto mentira favorita por la que se coloca medallas quien solo mira por sí mismo sin velar por nadie más, olvidando ladinamente que la palabra ayuntamiento incluye a los sacrificados. Realmente se quiere decir que alguien lo pondrá todo, más que los demás y solo él,  cargando con los costes de la gratuidad de los algunos.
Expropiación versus confiscación.- hasta un iletrado en materia legal, como soy yo, puede alcanzar a distinguir la diferencia conceptual entre estas dos cosas entre sí y, de ambas formas de enajenar la propiedad con la de una simple compraventa. Se quiera decir o no, por mucho barniz legalista que se le dé a eso de expropiar sin dinero pagándole al propietario con expectativas, es todo un invento legal de nuestros días que roza la línea del fraude legitimado o seudo institucionalizado.  Pero eso sí, aunque yo lo perciba como error y abuso, es bien cierto que, hoy por hoy, jurídicamente, a base de jurisprudencias sucesivas, el asunto de canjear titularidad por expectativas encaja con la legalidad vigente.  
  La propiedad privada en nuestros tiempos de decadencia casi desaparece cuando se trata del suelo afectado por un proceso urbanizador. Cosas de la conveniencia social del momento que se ha esforzado por sacar jugo con las cosas de los demás. Y la coyuntura urbanizadora casi siempre aparece porque la comuna aprueba una iniciativa ajena al propietario muchas vecesno todos están por la labor de dedicarse a eso de las plusvalías- y la nueva situación no es siempre deseada, ni natural ni espontánea de los afectados, aunque se les llame interesados. (más bien son otros los interesados) 
  En esas estamos, poseyendo en precario nuestros bienes bajo una batería de normas que nos convierten en pasto del interés social o utilidad pública. Este interés o utilidad pública, no siempre evidente, es algo que nos puede caer como un mazazo sin avisar sobre nuestras cosas. Por ahí se ven puentes en paso elevado que no siguen enlace en carretera a ninguna parte, expropiados décadas antes de su paralización actual por colapso de su destino programado y ejecutado como de interés general. 
   
      Es penoso lo que ocurre, consumiendo recursos y territorio sin tregua ni limite, sobre todo si se le hace obligado al particular el cobrar la enajenación coactiva de su propiedad no en dinero de justiprecio sino en cualquier tipo de trueque urbanístico de esos que ellos solos se entienden y quizá ni saben si es realidad especulativa o voluntarista en el futuro (ha sido patético estos años ver a muchos aldeanos, contagiados de expectativas, hablar como profesionales del gremio sobre  metro-techo, volumetría,.. y toda suerte de especulaciones futuribles sobre el suelo rustico cogido en remolino político del desarrollo urbanístico que nos ha llevado a donde nos ha llevado).
 
Trampa Patrimonial.- La Propiedad y los propietarios siempre en precario.-  A pesar de ser formalmente un Derecho individual (art. 33.1 de la Constitución) resulta en la práctica, discutido y discutible, por más de uno. No solo por los amigos de lo ajeno que se bufan del derecho de propiedad apropiándose de cuanto les antoja sino que hay todo un cuerpo doctrinal filosófico de enemigos de lo ajeno que discuten y matizan ese derecho.  
  Siempre ha habido morbo de inquina y reticencia contra la propiedad privada y el propietario visto como un odioso objetivo a batir y abatir, no solo son los okupa quienes invaden propiedades alienándolas sino que incluso desde la misma Administración Pública se reciben puyas y bocados bajo técnicas legales coactivas; primero esquilmándolo con tributos por la simple posesión o herencia, después sustituyéndolo en su titularidad por lo que convenga a la ocasión. Nos creemos dueños de nuestras cosas y no es verdad, solo nos cobran por permitirnos usarlas, me decía con desengañada experiencia un convecino ya fallecido.
  A las genialidades revolucionarias decimonónicas debemos ideas de anti-propiedad tan simplistas como agresivas contra el derecho de propiedad privado, cuyos slogans todavía mantienen los jóvenes radicalizados, quizá sin entender del todo la caja de Pandora que abren en ese su berenjenal de agresividad social.
  Frases tópicas como aquellas de La Propiedad es un robo y La tierra para quien la trabaja, tan redundantes y demoledoras del estimulo por el logro personal a las que les ha sucedido hoy algo parecido a La  propiedad es algo relativo y transitoria puede robarse-confiscarse-expropiarse sin rubor  y la tierra (léase suelo urbanizable y no elemento de producción agrícola u otra actividad económica) es para el que se lo trabaja recalificándolo.  Ya saben "La tierra no pertenece a nadie, salvo al  viento.." que dijo un hoy ex-gobernante nuestro parafraseando a un jefe indio y ... tus bienes son para lo que disponga el ayuntamiento, me atrevo yo a apostillar a la vista de lo que hay. Pero en esto por paradoja eterna, como lo de las SICAV, la caza mayor se escapa viva y la caza menor se agota esquilmada.
  En suma el verdadero propietario de todo es la comuna y su "voluntad política" porque no hay nada libre de esa dinámica de planear continuamente negocios complementarios como añadidos a los declarados objetivos de utilidad pública. Verbigracia: Hipótesis: Un campo de golf planteado como interés público por dinamizador de turismo con añadido inmobiliario de construir x miles de viviendas para vender con lucro mercantil.
No es cosa de pelear contra la realidad porque no se puede pero, por muy legal que sea todo, yo sigo pensando en eso de los cromos del coyote cuando veo lo que ocurre en nuestro días por todas partes.

lunes, 8 de octubre de 2012


De Hidalgos, Villanos e Hideputas.- La Orpesa Sanchopancesca
No hay palabra mal dicha si no fuese mal entendida, dice el refranero y la riqueza del vocabulario español permite significados diferentes o contrapuestos para una misma expresión verbal.  Entiéndaseme como se quiera, allá cada cual con sus entendederas, porque lo que afirmo, con mucho cuidado de no señalar a nadie personalmente, es el juicio que me merece la realidad tal y como la percibo dolorosamente.
Tengo yo como situación errada, y de difícil solución por andar obcecados en persistir en ello, a la anodina vida anual ciudadana de Oropesa. Andamos siempre suspirando por lo que no hay, soñando con el maná del forastero inversor o paganini que nos rente todo el año con un simple esfuerzo laboral de temporada. Quejosos siempre con bobalicón lamento por lo que echamos en falta y suspiro justificativo de lo inevitable en esperar que nos hagan las cosas desde arriba o quedarse sin nada porque no hay nada donde agarrarse, en color y calor civil, que vivifique al orpesí medio integrándolo en una comunidad con vida propia.
 Carencia grotesca de la que nunca saldremos mientras predomine la generalizada respuesta sanchopancesca a un estado de cosas que serían fácilmente corregibles o perfectibles, porque tan solo se sostienen por la incuria vecinal en no cambiar ya que es incapaz de crear, encauzar y dirigir, su propia vida social y comunal de otra forma. Y eso a pesar de que contamos con finanzas locales más que abultadas y sobradas, que no parecen destinarse a otro fin que su consumo sistematico en coyunturas y eventos.
-Lo has hecho demasiado largo para mí- se suele decir cuando no acaba de entenderse lo que nos dicen sobre algo. Es corriente abreviar en refrán o conseja lo dicho para simplificarlo: de donde no hay no se puede sacar, pero si se quiere sacar algo de algún sitio es imprescindible primero saber que hay que meter buena simiente.
¿Qué estamos sembrando en el futuro orpesí?  Exactamente lo que recogemos ahora: un año tras otro, recargado de fiestas que consisten mayoritaria o esencialmente en eventos musicales y botellones al aire libre. Adolescentes casi impúberes suspiran imitar a sus mayores por alquilar un almacén como sitio donde retozar y refocilar, in private o Club Privée,  las fiestas de Octubre porque las hemos convertido en eso, la ensoñación juvenil de una priva colectiva.
  No contentos con ello institucionalizamos como festejo en un mismo punto la barahúnda, hasta casi las 6 de la madrugada, de tres empresas seudo discotequeras junto a las casetas de tapeo hostelero. Eso sí, a pleno volumen después del baile oficial para no molestarse entre ellos (los festeros) que se contra programan, pues tal parece que no importa a nadie el resto, solo hay que molestar a los residentes –algunos disimulan, otros se ausentan, o cínicamente simulan aparentar comprensión y gozar con ello - que ven malbaratada su vida, tenidos y aturdidos como putas por rastrojo en su propia morada, durante cerca de una decena de noches seguidas.
  Andamos por la quincena de festejos en Octubre sin ruborizarnos en gastos y fastos solo por aquello de considerar la escalada en aumento como una meta de perfección. Taza y media si no quieres caldo. Metemos en programa una semana añadida, que se llamó cultural en su día y que hoy apenas es simple campeonato de guiñote en un bar, solo para tenerla liada tres fines de semana porque parecen faltar fechas disponibles para tanta tradición.  
   Creamos las casetas, se dice, para evitar las molestias en la población sin conseguir erradicar la molicie autóctona que gusta de aislarse en los casales y peñas, a veces salpicando las calles de algún exceso y solo conseguimos el peregrinaje callejero vocinglero desde ellas hasta un centro concentrado de ruido generalizado, que abre al aire libre hasta el amanecer, basado en el consumo responsable de alcohol ¿?.
  Lugar campamental en descampado incontrolado e incapaz siquiera de coordinarse entre ellos, moderando y atenuando volumen, ni siquiera de hacer volver al buen redil del grupo  a esa barraca disidente en donde un despendolado obseso de los decibelios, que compite deslealmente con el resto,  domina sonoramente el cotarro. Espacio  pomposamente llamado Recinto Ferial donde acude la contorná de forasteros, ansiosos de hacer un remedo de una ruta bakalao a costa de Oropesa.   
   Es pensamiento de hideputas, más que de villanos, pedirte paciencia o aconsejarte que te vayas de tu propia casa esos días, justificándose encima con una sonrisa de sorna. El Argumento es de antología del disparate, basándose en que en todas partes pasa igual y  que es como si fuera fiesta oficial porque se introduce en programa; Así que todo ello te obliga a que debes transigir con el tener y sostener la demencia de ese estar insomne ocho noches seguidas, torturado  en tu casa con ese volumen de ruido hasta las 6 de la mañana, siendo que en su final están presentes en la zona poco más que solo los agentes de la autoridad, sumándose con la plantilla de camatas y clientela de cuatro boniatos de mariachis del DJ.
     Hoy he contado al cierre de las 0545, entre agentes policiales y personal de limpieza municipal, más gente que el aforo clientelar de la zona a horas de la última copa. Y el baldeo de maquinaria ha seguido hasta pasadas las 0700 ¿De qué va esto?
Lo quijotesco del asunto.- Condenado a no recibir nunca respuesta ni solución, no hay razón para callar. No queda gracia ni arte en el tintero como para sacarle virtud ni provecho a las desventuras del asunto. Nada hay de quijotesco en mi crítica ni nada tiene de cómico lo de este grotesco sainete musical de tocar pelotas mortificando orejas, que no llega a opereta bufa por quedarse en astracanada o chabacanería.  Nadie quiere poner orden y concierto, educando a la ciudadanía en saber diferenciar netamente La Fiesta de una transgresión sin sentido.
  Repugna la soledad y desamparo en que quedamos los pecheros viendo como prevalece la satisfacción de unos pocos individuos descentrados por el vapor del alboroto auto inducido en sus vidas.
  No hay modelo social a seguir y se imita lo chusco en todas partes.- Las elementales normas de convivencia, respeto y cortesía social, se maman en el seno de una sociedad adulta y formada, cuyo poso educativo descansa en el ejemplo de sus mayores y la excelencia de sus mejores.  Lamentablemente el signo de los tiempos es el buscar un igualitarismo de todos por el bajo nivel y la deserción moral de quienes debían corregir y formar estilo cívico pues andan en derrota frente a la mayoría bullanguera y asilvestrada.    
  No hay mucho en lo que apoyarse para corregir el gusto por el exceso como expresión popular de festejo patronal, máxime cuando todo se auspicia desde la misma autoridad consistorial con el consentimiento de todos sus representantes pues no hay grupo político que muestre la mínima sensibilidad hacia los vecinos de la zona que ya les han hecho llegar su desagrado por escrito; No hay esperanza de obtener modificación alguna que permita a esos vecinos el recuperar su derecho al descanso y a la intimidad domiciliar vulnerado por este anómalo castigo; ni como sentimiento de orgullo quedan hoy los hidalgos como tales por obsolescencia del concepto y del título, los villanos que medievalmente eran simplemente los lugareños de una Villa han derivado en palabro peyorativo para calificar a los malvados del cine y a los toscos lugareños.
     Lo otro, lo de hideputa, es subjetivo, puede ser bueno o malo según y cómo se diga. Al buen callar llaman Sancho no es mal consejo en muchas ocasiones pero en estos temas yo me siento hideputa por decir solitariamente en público lo que nadie parece compartir en queja, pues creo firmemente que para mejorar Oropesa hay que reconducir el modelo de fiesta a algo más ponderado, mesurado y participativo, menos molesto y más creativo, que el simple aturdimiento noctívago del botellón o el reparto gratuito de vituallas. 
-¡Oh hideputa, bellaco, y cómo es católico!-Decía  Sancho Panza en el Quijote cervantino al tomar un vino por parecerle en extremo bueno y agradable, pero recriminado por decir tan gruesas palabras -respondió Sancho- que confieso que conozco que no es deshonra llamar hijo de puta a nadie, cuando cae debajo del entendimiento de alabarle