lunes, 27 de abril de 2015

Dejad de jugar con el futuro

El juego electoral inacabable.-
No se enteran o no piensan en otra cosa, o no da más de si el percal. Domingo antes de mediodía, calles vacías y un solitario coche con megáfono propagando electoralmente “trabajo para todo el año” gracias a un plan de urbanizar una (ya quedan menos por alicatar) zona rural orpesina con el eufemístico nombre de Gran Bulevar, hoy almendral yermo, que es supuestamente urbanizable (futura contribución urbana)  y, en parte de ella, bajo el contra dios de cobrar ya carísimos tributos por urbano lo que no tiene ni grifos, ni aceras…ni solares. Lo sensato sería que alguien debiera decretar algún barbecho de ladrillo hasta que se pueda digerir el empacho inmobiliario de este cenagal turístico, que anda en un carajal de no te menees, sin salida ni perspectiva de sanación por sobredosis de oferta y de mano de obra importada sin digerir por la carga de trabajo inexistente en la localidad.
 Se les olvida a nuestra elite local que la pareja Oferta/Demanda tiene que bailar acompasada al son de la música que se disponga, pero no bajo el tarareo político municipal silbado de karaoke al oído y que las genialidades a costa de otros, que deben ponerlo todo en plan convidado de piedra, tienen mal pronóstico pues ya hay ejemplo de “inacabados” bastante como para no embarcarse en más ruina ni por inspiración divina ni por mandato municipal. Yo conozco algún propietario aterrado por la idea de arruinarse a costa de los costes urbanos que esa ensoñación le causará y que afrontará obligado por los políticos contra su voluntad y parecer, amén de que eso de la gestión directa municipal produce pánico de fuga irrefrenable según pasadas experiencias inolvidables, ocurridas y sufridas en silencio como las hemorroides.
 En otra fuente electoral andaban con la idea de montar un entramado ocio-deportivo, llamándolo Ciudad, que es otra manera de seguir con el asunto Suelo-Construcción-turismo esquilmando el agotado filón, por no aceptar la evidente saturación y confusión de sueños, ilusiones y…ambiciones sin cuento ni fundamento. Más allá, otros proponen en anzuelo de voto el dar préstamos a fondo perdido a los desheredados de la fortuna, que vinieron creyéndose eso del futuro porvenir, como si el dinero para sus bálsamos no saliera de otros convecinos atormentados por la vara tributaria.
 
¡Espabilad, Candidatos! y dejad de jugar a vender humo para lisonja del personal votante; Basta ya de proyectos de futuro a coste cero (vosotros ponéis la imaginación y otros pondrán el dinero); A lo que se ve, aquí nadie sabe diferenciar turistas de jubilados y domingueros, turismo de hostelería, empleo y/o puestos de trabajo de peonadas temporeras. Gestionad bien y dejad de buscar turistas o visitantes foráneos pues yo solo veo que aumenta “otra cosa” en la población ya que tampoco se sabe diferenciar emigración hacia dentro de mano de obra sin cualificar de la otra emigración-exilio hacia fuera, de jóvenes sin posibilidad de otra salida profesional que ser dependientes de otros, por mucha cualificación o estudios que tengan, ya que no podrán nunca ejercer su oficio en un monocultivo de braceros, peones y jornaleros que es lo único que se cosecha en una sociedad de servicios como la que se nos obliga a adoptar en modus vivendi forzado.   

sábado, 25 de abril de 2015

la jaula sin alpiste ni pajaro

Ni Comedia humana ni Divina Comedia: Ópera bufa aldeana

Se dice que en los pueblos nos conocemos todos entre sí y en las elecciones municipales pintan más las personas que las siglas…porque a cada nombre se le pone su biografía de hechos por encima del currículo que presenta, a cada candidato por su trayectoria conocida, más que por su orden de puesto, se le añade el adjetivo de su razón de figurar en la lista de meritocracia ciudadana de la localidad que nos presentan(cosmética por reclamo en guiño electoral para seducir un sector de voto, de relleno para completar listado, de florero para votar si a todo, por su sexo en paridad obligatoria, por su relación o afinidad con el que manda, etc.…) y que no suele incluir a los asesores tapados para aflorar después como cargos no electos. No, no es verdad que nos conozcamos porque cada vez se repite la misma historia y tras décadas de ·”por sus frutos los conoceréis” repetimos de todo, incluso de la abstención que es el gran ganador de siempre por más que luego se llamen mayoría a los que salen nombrados aunque no les vote más que ¼ y mitad del censo electoral que tampoco son todos los que viven en el corral que se pone en juego; se perciben mismos rumbos e idénticos mascarones de proa, apenas cambian las cuadrillas o subalternos de los espadas y de siempre quedan las dudas sobre el papel de testaferro, comisionado servil o capataz de señor ajeno a la Villa por aquello de deber realmente  el cargo a las dependencias o lealtades a la jerarquía de partido cuyo dedo lo pone en lista. 
   El cartel electoral (que no cártel pues con acento el significado se enturbia) es una cara (por faz que no rostro, ya que podría sobreentenderse mal) apenas es algo más que una sigla para muchos que desconocen hasta el nombre de esa anónima imagen personal del pasquín y si de programas e intenciones hablamos, mejor lo dejamos para otra ocasión porque algunos leen del prospecto la letra gorda y solo atienden al “pedid y se os dará” o “gastad que para eso se usa el dinero público” o, quizá, al “dame pan y llámame tonto” mendigando ayudas y migajas del Poder.
Amigos Candidatos: No daros por aludidos ni perdáis tiempo en polemizar conmigo, tomadlo como una reflexión que me viene de una percepción del guiñol muy extendida que conviene saber y atender. Continuará. 

Guiñol Electoral de siempre.-
Se nos vendió la soflama en perorata de que el municipalismo significaba proximidad a la ciudadanía y no puedo evitar la media sonrisa, entre burlona y compasiva, cuando hoy leo en esta aldea nuestra que un concejal actual rehusado para la próxima lista electoral es repescado por el pueblo de al lado para la suya, manifestando que le hace ilusión ser concejal de su pueblo natural (se refiere al de a lado, que no en el que está de concejal  ahora y vive)  descargándose con una declaración del tipo “creo en el proyecto de la alcaldesa del pueblo vecino”; O sea, en puerta giratoria de la política estamos ante un concejal comodín o topo intercambiable, que maneja el concepto Proyecto de forma muy peculiar entendiéndolo como algo salido del cacumen de un cabeza de lista iluminado más que de un sentir colectivo de una población. Ignoro las cualidades o la calidad del personaje. No le prejuzgo porque no las sé ni me importan, tampoco vienen al caso de lo que deseo extraer del relato sobre lo feble de las candidaturas y lo poco fiable del municipalismo que practicaran por todas partes aunque, eso sí, por falta de voluntarismo y buena voluntad no será, el muchacho remata la anécdota con broche afirmando sobre su idoneidad o experiencia que tiene la política “fresca” y puede aportar “trabajo y modernidad”. Al final todo se queda en baile de siglas con etiquetas de caras y nombres arropando un supuesto “proyecto” que nunca se traduce en programas, fuera de vaguedades o generalidades, fundamentadas por lo común en gastar presupuesto sin aflojar la presión de los ingresos sobre el costillar vecinal.

Yo plantearía más que debate de programas un examen de candidatos para denotar su capacidad de gestión y conocimiento de la Administración local, su destreza en manejar presupuestos y dirigir recursos hacia fines concretos, abaratar costes, optimizar funciones y tareas o controlar esa maraña técnico-funcionarial que parece centrar su labor legalista en vapulear ciudadanos más que en servirlos, pero claro es mucho pedir cuando políticos y técnicos son una pared donde rebotan los problemas del común pues aquí se arregla y se opina sobre el mundo mundial y sus apocalipsis  sin rebajarse a entender o atender lo cotidiano, lo vulgar, lo que agobia y complica la vida diaria de un pobre individuo que no ve salida a nada en esta bufonada electoral de siempre.     

Sin alpiste y con la miel lejana.-Se dice que entre bomberos no se suelen pisar la manguera y yo apostillo que tampoco se suelen enchufar varias mangueras al mismo grifo, pero ha poco comía en un afamado restaurante local y le oía al dueño su esperanza en el buen tiempo que comienza a solear para el próximo puente 1º de mayo, con el quejumbroso y fatalista “ojala que no llueva” que es mantra supersticioso de quien confía más en las rogativas que el pronóstico del Meteosat y le tiene más fe reverencial al perejil de san Pancracio que a los estudios de Mercado. Dije que me congratulaba porque le viniera bien el aluvión dominguero madrileño pero la cuestión residía en que deberían dejar de confiar en calendarios foráneos o aeropuertos, dejar de mirar al cielo y empezar a despertar cada día del año haciendo cestos con los mimbres que hay,  pero para eso antes debía analizar algunas “pequeñeces” como que en el tiempo de mi comida no había pasado ni coche ni persona por la calle, que el censo vecinal se diluía entre tanta casa con ventana cerrada y apenas era visible en tiendas, farmacia y bancos  solo por las mañanas; que parecía como si la población acabada la jornada laboral se fuera a vivir a otra localidad y le puse el ejemplo de que, aun con la crisis, el largo centenar de familias de funcionarios debería notarse como un flujo económico  vitamínico del comercio y el consumo de no ser porque en su mayoría no viven donde trabajan.
Resumen: No hay alpiste para tanto jilguero; si de normal hay menos clientes que locales de “puente vacacional” hay más demanda que oferta y para complicar los meandros del querer viene el municipio a crear fastos y eventos con nuevos puestos de venta en caseta ambulante que compiten por el alpiste y no hay bolsillo que pueda abastecer a todo por mucho pájaro que venga a la jaula.           

miércoles, 15 de abril de 2015

Mejor ni me hables

No preguntes si no quieres oír la verdad.-
Cuando me saludan con un ¿Qué tal? Respondo siempre que mal, y a renglón seguido me explayo diciendo que no es por mala salud sino por irritación, hastío, hartazgo e indignación, ante la trapacería, daño y mala saña, con que la Administración Estado-Autonomía-Municipio me maltrata y veja patrimonialmente, sofocándome vida y hacienda con sus coyundas y tejemanejes tocapelotas. Destilo rabia y malhumor por la esterilidad de la lucha y lo insano de la situación,  aunque la gente crea que mi lamento es desahogo quejica, abatimiento y  “mal rollo” de perdedor. No es así pues no busco ni solidaridad ni compasión, ni una comprensión que no viene al caso del problema ni le da solución, tan solo muestro a la gente que el silencio y la resignación no forman parte de mi lucha y no me acomodo al yoyó social del ver-callar-olvidar cuando no puedes ganar. Hay quien huye del yúyu que mi reflexión le produce y me aconseja huir del jamacuco tomándome las cosas “de otra forma” pero ya habrá eternidad para descansar antes que tirar la toalla ante los malos, por mucha casta y tronío que le echen al desigual pulso. 
No preocuparos, si se me dice solo hola, adiós, buenos días,… respondo siempre al saludo y no doy la vara a nadie con mis cuitas porque todos tenemos nuestra cruz personal aunque las patadas en el culo yo no las escondo para que ante tanto culo agradecido se vea en que parte de la coz está el burro. Capisci?
Desarreglo horario y…algo más.-  
 Jet Lag es un desequilibrio de sueño-vigilia causado por viajes largos con cambio de huso horario, que desarreglando el reloj corporal interno de la persona, deja al personal tan desorientado que está que no sabe diferenciar noche y día por más que vea la luz del sol o de la luna. No hace falta viajar para sufrir el jet lag del desfase horario en algunas localidades como la nuestra y no hablo solo de eso de tomarse la noche por el día propio de festejos o gamberrismo populachero, muy de noctívagos y ocio vacacional o fin de semana… o los servicios de limpieza urbana petando motores cuando les peta toda la noche. Tampoco es eso de la estacionalidad del turismo que de toda la vida lo ata al verano y a la vacación laboral o escolar en un On/Off de las calles, solo vencible en los puentes del calendario madrileño (que es el desparrame dominguero que más se nota).

   Hay un jet lag socio-comercial diariamente en la localidad porque, ya sea verano o invierno con vacio o su amontonamiento, aquí cada día tiene su desfase horario más allá del de la hora solar del meridiano con la oficial o legal que nos obliga (ya saben el mediodía debiera ser las 12 cuando el Sol está en vertical por el meridiano 0 -que pasa a muy pocos km de aquí por el pueblo de al lado-) pero andamos como variados 1 hora por ir al ritmo de Berlín desde 1940 y encima con el rollo de los cambios verano-invierno nos tienen (por ahorro energético, dicen) en un cacao mental de adelanto y atraso de relojes con una a dos horas de mentira sobre la luz solar verdadera.
  Es el horario social más que el laboral el que nos encalabrina la vida horaria, desquiciándonos por hacer las tareas incompatibles entre sí y subordinarnos a cadenas de esclavitud ajenas - que si los recibos para pagar por el banco solo los jueves y antes de las 10- que si los niños tiene que ir a donde les hemos apuntado para que no molesten en casa-que la tienda cierra de tal a cual- que las oficinas de… no abren por la tarde-  jornada partida o continua ¿intensiva?- Los sábados no trabajan (perdón, no vienen ni abren)- cerrado por fiesta semanal justo hoy- es festivo aquí pero no allí – se abre tal domingo y se cierra tal otro- la cocina está cerrada y la cafetera apagada…A mi me maravilla el desorden de horario en que el español sobrevive con ese humor del que preguntaba en hora intempestiva, si abría o cerraba un local, para pedirle desayuno o copa según fuera el caso.

   Andamos presos de  una paradoja Pueblo-Ciudad con la comida del mediodía, que se acostumbra hacer a las 13 para operarios manuales y agrícolas o a las 14 para funcionarios y oficinas; súmele el cierre de tiendas a uno u otro tenor y se verá porque alguna localidad no levanta cabeza –ni persiana- una vez llega la hora de comer creando espacios horarios de desierto en la tarde-noche concentrándose la actividad en la mañana solamente. Ciertamente que todo es deambular para hacer gestiones, camionetas de reparto y colas en la farmacia o el cajero bancario más que laboreo porque lo que es el alto del almuerzo es lo que define el final de la jornada para mucha gente. El jet lag nuestro es simplemente no querer despertar del sueño que espera verlas venir y caer desde fuera sin otro esfuerzo que parar la mano y recoger ganancias porque aquí el reloj se paró hace décadas en aquellos veranos que no volverán.

Cartel y Cártel no siempre es cosa diferente.- No puedo evitar el pensarlo cuando observo la interrelación de personas e intereses que predominan y hacen su santa voluntad rozando la sospecha de manipular y alterar situaciones en las que unos ponen el culo y otros (ellos) el negocio.
A veces uno se siente el perejil de todas las salsas, en condimento perdedor para sí mismo pero potenciador de beneficios para otros,  y sospecha que su desairado papel es por no estar en la pomada que confecciona las ensaladas ajenas y, además, no disponer de ungüento amarillo al no ser del gremio,  por lo que todos juegan a la gallinita ciega con él. Ya saben, solo uno está con venda en los ojos y el resto se divierten a su costa sabiendo todos de que va el asunto menos el tonto de los ojos tapados.

Aunque ellos creen saber lo que hacen, solo hacen lo que saben y… ese es el problema pues el sabérselas todas no es lo mismo que tener la sabiduría del buen hacer.

jueves, 2 de abril de 2015

la Pasión Fiscal de cada año

A privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.-
Leo un articulo dominical en EL MUNDO titulado: IBI Urbano: un filón para ayuntamientos… y me gratifica saber que alguien me confirma el que desde los 80 “los municipios han mantenido un crecimiento continuo tanto de sus presupuestos como la dimensión de sus aparatos administrativos, consecuencia de abordar nuevas competencias y un crecimiento ritmo de inversiones de dudosa utilidad”.
Esto en cuanto a gastos pero en lo que se refiere a ingresos con el IBI también andan “sobraos” pues se ha maquinado una diabólica trampa recaudatoria urbana en la que estamos todos pillados. Todos meten cuchara en el plato tributario con sus tasas e impuestos bajo una ceremonia de la confusión por la que o bien se nos endeuda o se nos enmaraña la gestión bajo palabras de inexplicado Remanente o Sobrante cuando no se falsean déficit, maquillándolos o guardando facturas en cajones y mareando la perdiz de la felicidad que solo se comen algunos bien arrimados.

Nada que no sepamos los ciudadanos –unos más que otros-  en culo escaldado de propio bolsillo, aunque yo añadiría algún despiporre más de gastos comunales innecesarios por populismos electoralistas o superfluos, además de los que se citan como otros gastos asumidos en pagar competencias indebidas del municipalismo.
Se da por causa de esta manirrota liberalidad municipal a los cambios permisivos de leyes que se dan carta blanca a sí mismos para eludir cualquier barrera o limite y abusando del filón suelo inmobiliario nos han convertido a la gente en unidades tributarias sin otro fin que el llenar anualmente las arcas municipales en uso de fuentes de recursos tributarios comunales, basados o condicionados por el exagerado Valor Catastral.
Valor hiper-inflado artificialmente por la engañifa de equiparación al especulativo Mercado que permite compensar con la burbuja catastral el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, valor que nadie quiere tocar porque nadie renuncia a ingresar ni a gastar sin freno por más que nos acogoten a la sociedad civil que es el verdadero servidor público.  

Aunque ¡manda güevos! el autor usa el eufemismo de llamar Redistribución de Renta al Reparto de la calderilla recaudada entre subvenciones y servicios “sociales” y habla que pinchada la burbuja inmobiliaria queda la burbuja catastral para salvar los trastos en la balanza de ingresos frente a los gastos; su tesis (ingenua) es que limitándose a no gastar en cosas que no son de su competencia se podría reducir la presión fiscal del IBI.

No habrá nunca ayuntamientos low cost pero menos aun si los gestores políticos los ven como una caja sin fondo, una especie de ONG municipal clientelista u oportunista, para sumar votos al satisfacer las exigencias o demandas irracionales de muchos votantes que, a veces picaronamente, aspiran a obtener prestaciones y ayudas por todo y para todo, sin preguntarse a quien mortifican y gravan cuando muñen la ubre. Ya dijo alguien que el dinero público no es de nadie y así se mueve el mundo bajo el infantil deseo de obtenerlo todo a cuenta de otros.
 
Perdonarlos es cosa de cada cual porque todos saben lo que hacen y les importa un bledo quien soporta y paga realmente la caridad-solidaridad obligatoria que esta francachela supuestamente social en la que andamos y que nos emponzoña a pagos todos los años. Nada cambiará mientras andemos sometidos al neo feudalismo de unos municipios que se han adueñado de sus vecindarios sofocando vidas y haciendas al mediatizar sus patrimonios, que funden millones de euros como mantequilla en una parrilla y juegan a dilatar remedios excusándose en autorías ajenas mientras esta merienda de negros continua sin tregua.
 Una cachondada política hace test de candidatos anti-corrupción, yo me conformaría con que pasaran un examen de idoneidad aunque solo fuera para demostrar que saben y entienden de lo que votan y aprueban.  .