La Eterna pregunta.-
¿Adónde vamos? Resulta
curioso como una sola letra puede trastocar un significado de una palabra. Es
como el viejo chiste de escribir Haceros Inoxidables por Aceros Inoxidables lo que les llevó a dos pánfilos a preguntarse si entraban en
la fábrica para hacerse ellos mismos unos hombres inoxidables. Sucede con lo de
entierro y encierro que no se sabe bien en
qué fase estamos cuando ya se montan las barreras desde el 8 de julio para la
fiesta del día 25 para ir adelantando faena en este discurrir del año saltando
de evento festero a evento festero.
Y es que eso de vacaciones todo el año o lo de poner de gratis el ocio veraniego a los visitantes parece una maldición bíblica para quien tiene que residir, vivir y laborar 11 meses de cada año aunque resida en un pueblo de costa, dícese de sí mismo municipio turístico. No hace falta observar las largas colas de salida domingueras desde las playas de Oropesa y el etnicismo laboral del censo para concluir que hay aquí más de otra cosa eventual que de visitantes temporales en turismo o jubilados de larga temporada en su 2ª residencia. Es castigo tener obligación de eterna felicidad bajo eventos lúdicos organizados por la comunidad y eterna infelicidad en tu propia casa por causa de esos eventos callejeros a tu alrededor.
Repito para que se me entienda la parte que no explico bien
con respecto al ruido estival, privado y festero oficializado, que impide descansar en el propio domicilio: una cosa es el horario, otra el volumen,
otra más la frecuencia o reiteración de eventos y una ultima la matraca o el
martilleo auditivo de la megafonía y sonido ambiental entrando como tabarra por
paredes y rendijas de la ventana sin tregua ni descanso.
Si se quiere ver, no hace falta lupa ni ayuda intelectual para notar que en
esto del ruido hay efectos colaterales que van más allá del horario arbitrario y veleta con el que la autoridad se entromete en las vidas ajenas dando carta libre a quien le peta y multa cuando ídem, aunque el motivo causal exista en muchos casos, de su límite
y sus controles sin necesitar aparatos de medición ni actas notariales para demostrar lo evidente; del calor y la acústica ya sea en reverberación o en guirigay de sonidos superponiéndose, la aglomeración de coches y
personas en artificioso aforo de hacinamiento zonal; su comportamiento colectivo educado o ineducado en función del cada cual, los trabajos previos de montaje-desmontaje con su maquinaria, los servicios de limpieza con su plus añadido de horas sumidos en ajetreo metálico y de motores zumbando en su horario laboral que es cuando el descanso de los demás humanos, el escaso intervalo de descanso diario entre una actividad y la del día siguiente, el incordio permanente de no poder estar en propio domicilio sin soportar el gusto musical del exterior compartiendo con la película de la tv en casa la megafonía, el rock-rap-rumbita o la copla que sea el despiporre del amo de la música festera o tinglado feriante . Ni hace falta tener oído fino ni aparato para detectar el sonido que invade tu vida tan solo por la ineducación, el exceso y la descortesía agresiva del personal populista y grosero. Ni hay ley humana que me obligue a quedar torturado en manos de cualquier zafio manejando un aparato de música por muy fiesta oficial que se declare.
Hay un cumulo de incordios que convierten el día a día en un ingrato aguantar a los demás. Ahora mismo me entra por la ventana ,al rebotar en la pared de enfrente la música de unos autos de choque instalados a un costado de la vivienda colocados consolidando el cerco oficial por el flanco a unos domicilios privados con antelación de varios días a las fiestas patronales; por el calorazo del mediodía no hay gente que justifique la música solo es el relajo, desahogo o afición gustosa de los operarios. Siempre la misma historia, ocio y negocio entreverado, unos pretenden ganar dinero y otros ponemos paciencia y sacrificio para el lucro ajeno.
Así sucede, cuando no es uno es otro u aquel, siempre turnándose en ser fuente de ruido. Hubo un tiempo en el que un camión frigo aparcaba en las inmediaciones, en parada técnica del viaje yéndose el conductor a dormir con su parienta y dejando el automático de compresión frigo saltando toda la noche intermitentemente según lo precisase la maquina. Las soluciones oficiosas, que se me daban a la queja, eran del tipo impresentable pues me indicaban que se podía fácilmente cortar el tubo con una navaja y gripar el frigo acabándose el problema. Todo un poema de respuesta que indica lo sabido. Cuando no se quiere no se puede y lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
La Eterna Sin Respuesta.-
¿Adónde vamos? Cuando
se confunde la aldea global del mundo exterior con el ombligo local y
restringido de la propia cuadrilla de amigos, alrededor de ocurrencias de
tertulia, es cuando se olvida que no estamos solos, que no vivimos en una
burbuja local y que la convivencia y la relación vecinal son la base de la
calidad residencial. La punta de la nariz es invisible para uno mismo y el ombligo dejó de ser importante tras nacer al mundo.
Es el residir y no el estar de turismo, lo que define y
distingue a una Ciudad de un aglomerado de casas frente al mar. Es el
equilibrio trabajo-ocio-servicio dotacional lo que da sustancia a una ciudad urbana,
es el justo y equitativo reparto de cargas y servidumbres comunales lo que separa un barrio de
otro convirtiéndolo en privilegiada o elitista con “posibles” cuasi lujo privado o en maldito lugar devaluado
-cuasi lumpen - del que hay que huir cuando sea posible, y es una clase rectora con criterio ecuánime
lo que diferencia el bienestar del malestar vecinal, separándolo del criterio maniqueo
de mayoría-minoría, del conviene o no conviene atender tal o cual cosa por calculo de votos y actuando
siempre con la convicción de si procede o no procede ajustado a derecho e interés comunal real.
Sociedad y Suciedad empiezan a parecer no ya antónimos sino
sinónimos cuando la cerril obstinación ciudadana no quiere afrontar más cosas que el efímero
entretenimiento del personal a golpe de dinero comunal, tomándoselo incluso como una benéfica obligación en pro de la buena campaña veraniega. Esto de ponerle Banda Sonora a la vida diaria de la gente dando nombre de ambiental a lo que no se da en la naturaleza de las cosas, puede ser resultón a quien gusta de evadirse del silencio para no escuchar a su propia cabeza pensando, puede que sirva de actual opio del pueblo para sostener adolescentes aletargados y sedados pero también convierte la suciedad de un entorno no en algo físico que se puede barrer o baldear. No es corregible más que con educación y sin cobardía frente a ello, la cosa se vuelve casi imposible cuando oficialmente se alienta o favorece el dominio populista de lo cutre sobre lo racional haciendo prevalecer a los menos sobre los más, o no se le pone barrera sin ni siquiera ser numéricamente dominantes como en aquel ripio gracioso:
Vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios siempre ayuda a los malos cuando son muchos mas que los buenos
ADDENDA DEL DÍA 24 DE JULIO.-Mejorando lo presente para que se entere el ausente y no alegue ignorancia.-
A ver como le explico a los políticos locales como se desarrollan las cosas en su ausencia y a las horas en que nadie se entera que no hay carta de ajuste y se sigue emitiendo ruido al vecindario ya que por edad u horario personal, o porque residen fuera de esta Villa, quizá algunos ignoren los entresijos del ruido en la zona festera que llegan casi al 24x24.
Aunque se haya oficializado con vuestra protocolaria presencia el inicio o corte de cinta sobre las 1900h del 23, llevábamos varios días de prueba y montaje e incluso a medio gas de prueba en algún caso. Aunque no estéis presentes la cosa enervante nunca acaba de desaparecer por el alto de programa diario porque la dinámica es permanente y se alimenta sola a si misma.
Aunque se haya oficializado con vuestra protocolaria presencia el inicio o corte de cinta sobre las 1900h del 23, llevábamos varios días de prueba y montaje e incluso a medio gas de prueba en algún caso. Aunque no estéis presentes la cosa enervante nunca acaba de desaparecer por el alto de programa diario porque la dinámica es permanente y se alimenta sola a si misma.
Programar actos a partir de las 2300 h conlleva estar empreñado toda la noche (no se a que viene esta laboriosidad taurina metiendo a las vacas una esclavitud laboral a horas en que los animalitos ni pastan ni cazan en su vida natural) y os lo explico para que entendáis los efectos colaterales simplemente con lo de hoy, primer día festero, que es muestra del desorden programático de todo lo conexo con el tema molestias.
El acto de las 2300 acababa sobre las 0200 que entre adolescentes, coches tocando el claxon para saludarse y algún berrido hormonal se alarga hasta las 0230. Sobre las 0300 aparece lo habitual de siempre: la recogida de basuras del contenedor por un camión que sube marcha atrás hasta el castillo y baja en caída libre hasta mi ventana, después de un golpeo de hierros contra los 2 contenedores gana la batalla contra ellos y zanja el tema yéndose a otra parte.
Hoy, a las 0500h (no estoy de guardia sino que me despiertan porque tengo la ventana abierta y la tengo abierta por el calor que no es masoquismo ni obligado dormir con el aire acondicionado) una barredora manual ( léase motor ventilador dos tiempos ) y un operario se ha repasado las gradas de la placita de toros cual si fuera un ciclomotor dando vueltas por la cama- A las 0700h gracias a la inteligente planificación del servicio y quien corresponda (si hay alguien realmente a cargo de ello) ha estacionado frente a mi ventana un camión compresor para baldear la zona de paso del personal (realmente trasiegan más por mi ventana para dejar sus vasos e ir a gritarse alrededor de esa feria auto choque que consigue rodear con sonido la trasera de casa sumándose a la que entra por la delantera).
Diré sin sorna ni mofa que muchas gracias por atemperar este año el volumen de todo, en tema de la megafonía. Algo es algo y por ahí se empieza, pero ahora a las 0750 con el cohete del encierro (se apaga el compresor del baldeo) se cumple el ciclo de una noche interruptus cada 2 horas.
O sea que solo sufre quien se queda quieto en su casa toda la noche porque el asedio es constante y los de la limpieza con sus motores hacen perfectamente el papel de mantenernos en la vigilia. Seguid con salud y ser felices mientras nos dure el paso por este Valle de festejos.