RAZONES
DE UN FRACASO Colectivo y. social en esta nuestra ciudad fallida-
A finales de los 90 en plena euforia pre-burbuja se puso de
moda municipal el encargar estudios de pago para afrontar lo que no se sabía
resolver por sí mismos: Convertir todo el año en cosecha de Agosto resolviendo El impase del turismo sol y
playa reducido al veraneo vacacional cuya temporada se nos había quedado en
quincenas y algún puente. Tiempos pioneros de las Autonomías Políticas,
con sus competencias en desarrollo de maquinaria de ingresos y gastos de cuento, sin cuento ni cuanto, cuyo cajón de facturas aun parece ser un pozo sin fondo; casi todas ejerciendo con frenesí una exhaustiva y
localista planificación territorial dirigida desde los
nuevos centros de poder como si todo fuera una inmensa granja programable para
el crecimiento infinito de su territorio y para el engrase de una fuente
de…maná financiero. Borrachera Foc
i Fum (fuego y humo) de
Eventos y Proyectos, botafumeiro de incienso hacia el ladrillo y la ansiada cosecha
de visitantes para ser esquilmados en su bolsillo. Todo se ha despeñado en el
barranco de la realidad, es el fracaso en quien quiso abarcar demasiado.(de haberme preguntado
les hubiera dicho, gratis et amore,
que solo jubilados y parados disponen de todo el año con cierta libertad para desplazarse a destinos
turísticos sin inconveniente familiar o laboral que les mediatice e impida
viajar fuera de temporada aparte de sus exiguos ingresos dinerarios).
Casi un cuarto de siglo después (del 90 al 14), todo ha periclitado pues llegó la ducha fría tras el delirium tremens generalizado, que confundía mentes y avaricias del turismo con lo inmobiliario, de la financiación municipal con la re-clasificación-calificación de Suelo, del inversor con el especulador, de lo bancario con la hipoteca y sus productos- inventos para el ahorro con el timo o estafa segura del riesgo a perderlo todo, de llamar turista al residente ocasional y temporero o aquello de mimar al visitante y dar caña al residente. Tras de eso, solo queda lo mismo que había pero con más casas y más gente pululando en un mundo de farolas alumbrando calles desiertas con edificios de ventanas cerradas.
Por entonces… Se crearon Planes de Excelencia Turística (acrónimo
PET que en valenciano es palabra que se traduce por Pedo y que visto el
resultado bien podía ser la conclusión filosófica de todo lo que ha venido
después) y
no me pregunte Ud. en qué consistía el Plan de Oropesa pero todos
los mandamases locales se las prometían muy felices creyéndose que
alumbrando la ruina del castillo y arreglando tres o cuatro cosillas del
decorado urbano se lograría romper la estacionalidad turística, aumentar el
flujo de visitantes y …comer perdices por siempre jamás.
Hubo también algún "político documentado" local que apostaba por objetivo un
crecimiento del censo vecinal hasta los 10.000, para así recibir bendiciones
dotacionales y servicios de Ciudad frente al pueblo que éramos falto de todo y
así nos fuimos a toda Feria de Turismo
ofreciendo no se sabe qué y buscando tampoco está claro lo qué mientras que la
foto agenda era a poner toda Bandera de "Qualidad" (creo
que vamos por 4 mástiles diferentes de certificados o banderines sobre que
el agua del mar es apta de bañarse) y,
en cuanto al Censo de habitantes fijos, efectivamente llegamos a pasar los
10.000 en 5 años desde los 3.000, pero no se ha visto otra cosa más que
aumentar el nº de concejales y asesores junto a la nomina funcionarial
así como los indigentes, las colas al médico y en todas partes por no
hablar de ...¡la caja comunal de ingresos tributarios descomunales
para fundirla anualmente en lo que haga falta electoralmente!.
Casi un cuarto de siglo después (del 90 al 14), todo ha periclitado pues llegó la ducha fría tras el delirium tremens generalizado, que confundía mentes y avaricias del turismo con lo inmobiliario, de la financiación municipal con la re-clasificación-calificación de Suelo, del inversor con el especulador, de lo bancario con la hipoteca y sus productos- inventos para el ahorro con el timo o estafa segura del riesgo a perderlo todo, de llamar turista al residente ocasional y temporero o aquello de mimar al visitante y dar caña al residente. Tras de eso, solo queda lo mismo que había pero con más casas y más gente pululando en un mundo de farolas alumbrando calles desiertas con edificios de ventanas cerradas.
Veamos el Censo
de 2013 leyéndolo entre líneas: Hemos bajado de los 10.000 y de los 9.878
contados resultan ser extranjeros casi la mitad (40,33%) o sea 3.984.
Extranjeros que por su origen o son jubilados residentes o laborales emigrados.
Entre rumanos y norteafricanos suman casi el 25% del censo y el dato no es ni
bueno ni malo, pero no se alcanza a ver la carga de trabajo en la localidad que motiva y sostiene su llegada y crecimiento.
Si pensamos en que los nacionales censados son gran parte de 2º residencia sobrevenida (prejubilados o de mayor edad) notaremos una población envejecida, casi toda foránea y desarraigada, no activa laboralmente en su mayoría y diseminada en una gran superficie urbanizada sin relacionarse ni conocerse entre sí. Una población incapaz de absorber una bolsa de paro de cerca el millar ni siquiera en temporada, que confunde dar trabajo con crear empleo por tener sobrado dinero para peonadas precarias con cargo al municipio.
Si pensamos en que los nacionales censados son gran parte de 2º residencia sobrevenida (prejubilados o de mayor edad) notaremos una población envejecida, casi toda foránea y desarraigada, no activa laboralmente en su mayoría y diseminada en una gran superficie urbanizada sin relacionarse ni conocerse entre sí. Una población incapaz de absorber una bolsa de paro de cerca el millar ni siquiera en temporada, que confunde dar trabajo con crear empleo por tener sobrado dinero para peonadas precarias con cargo al municipio.
Es fácil
comprender el actual descoyuntamiento social de la localidad, la penosidad residencial
y convivencial de quienes no se sienten una comunidad vecinal arraigada junto a la
falta de oferta cultural cuyo corto recorrido apenas rebasa el costumbrismo de
festejos, verbenas y disco-móviles bajo carpa.
Era más fácil lo de buscar la
Excelencia que todo esto de buscar turistas para que vengan, bastaba crear
ciudad y actividad comunal conjunta para los que son y están todo el año
residiendo, no acogotar toda suerte de producción agrícola, industrial, artesanal, manufacturera o fabril que, dando dinero circulante todo el año con su propia actividad complementara a la simple hostelería y las peonadas de hacer casas por doquier. En fin aquello era Costa del Azahar, esto todavía tiene arreglo si se acepta que el fracaso está en hacer y buscar exactamente lo mismo que no funciona para que todo siga igual que antes.